martes, 25 de abril de 2017

FIN DE LA GUERRA DE AGRESIÓN CONTRA SIRIA. NO A UNA POSIBLE TERCERA GUERRA MUNDIAL
PAZ Y DESARROLLO EN TODO EL ORIENTE PRÓXIMO, CONO AFRICANO, AFGANISTÁN. INVERSIONES MULTIMILLONARIAS DE LA UE, EEUU, Y REGÍMENES FEUDALES DEL GOLFO, PARA RECONSTRUIR LO DESTRUIDO POR LAS GUERRAS Y ACABAR CON LAS HAMBRUNAS. 

Recordaréis que en 2004, antes de la intervención imperial terrorista de EEUU y Gran Bretaña en Iraq, con la complicidad y participación bélica de España, después del acuerdo sellado en Las Açores por Bush, Blair y Aznar, reos de crímenes de guerra que deberían haber sido juzgados ya por un Tribunal Internacional, hubo en España, en Europa, en EEUU y en el mundo movilizaciones en las que participaron muchos millones de personas para oponerse a la inminente guerra. Se habló de más de 36 millones manifestantes en el mundo, varios millones en Europa y entre 8 y 11 millones en España, según las fuentes. Roma tuvo el record Guinnes con tres millones de manifestantes. A esto le acompañaba, que tanto en España como en Europa entre el 70 y el 90 por cien de la población estaba en contra de la nueva guerra. Hasta en los EEUU, a pesar de que en aquel momento los contrarios a la guerra no eran mayoría, sí hubo importantes manifestaciones y a los dos años cuando se vieron los resultados de la misma y se descubrió la gran mentira de las armas de destrucción masiva de Iraq, y la falsedad del apoyo de Sadam Husein al terrorismo, la opinión norteamericana giró a porcentajes similares a los de España y Europa. 
Los gobernantes espúreos no sólo no tuvieron en cuenta la opinión pública mundial, sino que insistieron con alevosía criminal en la sin razón de la guerra. En España, en contra de la opinión de la inmensa mayoría, incluidos gran parte de los votantes del PP, y de casi todos los grupos del Congreso, y a pesar de las grandiosas manifestaciones en la calle, Aznar y el PP declararon la guerra. Al cabo de poco tiempo, después de que Bush anunciara triunfante, encaramado como jinete de la muerte en un buque de guerra, el fin de la guerra y la derrota del, según los embusteros del Pentágono y la Casa Blanca, poderosísimo ejército, el segundo o tercero del mundo, decían, empezaron a verse los resultados trágicos para Iraq y el conjunto del Próximo Oriente, de las mentiras. Quedó claro que la la guerra no tenía nada que ver con la existencia de armas de destrucción masiva en Iraq, sino con el saqueo de las materias primas, los pozos de petróleo en primer lugar y el dominio y control de todo el territorio, de acuerdo con Israel y con los regímenes feudales del Golfo. Iraq era el inicio, después de Afganistán, de un plan de dominio de toda la zona, previa liquidación de siete gobiernos no sumisos y la ocupación de los respectivos países. 
En Marzo de 2004, España pagó con 192 vidas y centenares de heridos en los atentados terroristas de Madrid, las consecuencias de aquel acto criminal de complicidad en la destrucción de Iraq y en la muerte de centenares de miles de personas. Y al cabo de poco tiempo, cuando ya se sabía hasta en el infierno que destruyeron Iraq con mentiras, Aznar, el cómplice de miles de asesinatos, reivindicaba con chulería de matón de guerra su actuación. Un amplio grupo llegamos hasta la audiencia nacional deunciándole como criminal de guerra y nos respondieron que no había causa.
Y de allí a Libia, y a Siria, y a Yemen, ya que el capitalismo actual, como el de siempre, necesita de la guerra para recomponer su tasa de ganancias, fabricando armamento, vendiéndolo y reponiéndolo, destruyendo y reconstruyendo lo destruido, y dominando territorios, riquezas y vías de comunicación para mercancías y personas. Y esto, y ya ahora, además de la muerte de centenares de miles de personas  y de la destrucción de países enteros, puede generalizar una nueva guerra mundial, con posibles bombas nucleares. El ensayo acabado de realizar por EEUU en Afganistán con una bomba de efectos parecidos a los de bombas atómicas tácticas, va en este sentido, para que se sepa que los jerarcas de EEUU, antes con Obama y ahora con Trump, no están dispuestos a buscar con el diálogo, la paz y la colaboración, un nuevo orden mundial multipolar.  Y a nadie, con dos dedos de buen sentido común, se le debería escapar que las consecuencias de un conflicto generalizado serían demoledoras para el mundo.
Como en 2003 toca salir a la calle en todas partes para intentar parar la locura de seres degenerados moral y politicamente, que continúan jugando con fuego en la defensa ciega de sus bastardos intereses económicos y de dominio. En España se debe recuperar aquel espíritu de defensa de la paz frente a la guerra. Si entonces salimos masivamente a la calle contra la guerra, participando incluso el PSOE, con Zapatero y sus dirigentes, en las pancartas de cabecera, es hora de volver a hacerlo y recuperar aquel sentido histórico de lucha por la paz. 
No se trata de alarmar agitando el peligro de una tercera guerra, sino de informar sobre los peligros evidentes de que se pueda producir si no creamos las condiciones para una paz efectiva. Y esto empieza en Siria, que se ha convertido en el centro de cualquier potencial explosión incontrolada e incontrolable. En los sondeos de opinión hechos recientemente en el mundo, la primera cuestión que resaltan los encuestados es la preocupación por una posible guerra mundial.  
VUELVE A SER EL MOMENTO DE SALIR A GRITAR EN CALLES, PLAZAS, CENTROS DE TRABAJO Y DE EDUCACIÓN  NO A LA GUERRA.  






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