viernes, 15 de octubre de 2010

Sobre 100 economistas que no se enteran de lo que pasa en economía pero dan recetas mágicas para recortar salarios y derechos.

Vuelven los 100,agárrense la cartera!

Son los mismos que ya propusieron abaratar el despido, encontrándose con un gobierno dócil ablandado por FMI, UE, finanzas y delincuencias varias y hasta por el mismísimo Obama. El gobierno, y Zapatero en particular, siguieron al pie de la letra la consigna de tan ilustres sabios y, ni cortos ni perezosos, la colocaron en la reforma laboral que, mejor que reforma, debería llamarse atraco laboral.
Y, ¿quiénes son estos 100 ? Los hay de diverso pelaje político pero predomina en sus augures el sello de FEDEA, centro "intelectual" de financieros, y repiten como loros lo que han dicho y exigido bancos, cajas, compañías de seguros, CEOE, PP, CiU....,¿ para qué continuar ? Son los mismos 100, acompañados de otros miles de sabios como ellos, que no solo no se enteraron de que el neoliberalismo desembocaría en una crisis a medio-largo plazo, sino que cuando la teníamos encima exclamaban a coro: no se asusten, es una nube de verano y escampará enseguida. No entiendo porqué la sociedad tiene que pagar estudios y sueldos notables a personajes que sólo saben predecir el pasado. No vieron la crisis que golpeaba zonas enteras del mundo y que mantenía en la pobreza a millones de personas ni la que, desde hace años, antes de 2007, llegaba a galope tendido a todas las economías, incluidas las del llamado estado de bienestar. Pero vieron de forma inmediata que la culpa era de salarios, pensiones y exceso de derechos sociales y propusieron rapidamente la reducción de éstos.
Ahora vuelven con el hundimiento de las pensiones si no se toman de inmediato medidas drásticas para alargar la edad de jubilación, el tiempo de cómputo y algunas cosas más. Recuerdan a aquellos otros sabios, economistas, políticos, ricos y embusteros varios que en 1990 afirmaban y rebuznaban que el sistema público de pensiones en España se hundiría en el 2000. Pues, ahí les tenemos tan campantes, mandando y cobrando. Decían entonces que como la población envejecía más y la población activa se reducía no habría suficientes cotizantes para cubrir las pensiones. En ningún momento desarrollaron una propuesta seria y creible para que los parados, especialmente el ejército de parados jovenes, encontráse trabajo estable y no precario para sentirse útiles a si mismos y a la sociedad y cotizar a la Seguridad Social. Eso como primera medida. Pero hay una argumentación de fondo que es la determinante: Si hasta hoy siempre se ha creado una riqueza material muy superior al crecimiento de la población, haciendo que la sociedad en conjunto tenga más recursos,¿ cuál será la maldición dívina que impedirá que continúe siendo así en el futuro ? Y, además, como cosa fundamental, cambiar el sistema actual de topes de cotización, que hace que un millonario pague igual a la SS que un empleado cualificado. Y luego están los impuestos para que mientras exista capitalismo éstos se correspondan con el nivel de rentas y de beneficios de cada cual, con una norma, entre otras, aunque esta sea más difícil de alcanzar: la de que no pueden haber beneficios sin producción o sin servicio. El tipo de especulación parasitaria actual es la parálisis de la economía real, la que es imprescindible para un buen funcionamiento de la sociedad.
Que los 100 y otros camuflados estudien algo inteligente y socialmente digno y avanzado para mejorar la vida de la gente o que se callen para siempre.

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